Triangulo rojo antifascista. En los campos de exterminio nazis se marcaba a los prisioneros de la izquierda comunista y socialista con un triangulo rojo de tela.
Hoy más de 80 años después, se ha convertido en un símbolo de la lucha antifacista.
Este último símbolo tiene una larga historia detrás. Se comenzó a popularizar tras la Guerra de los Seis Días de 1967 cuando Israel fijó como delito la exhibición pública de la bandera palestina en Gaza y Cisjordania, territorios que ocupó en aquel momento. La imagen de esta fruta usó como forma de rebelarse ante esta prohibición y en las protestas se portaban sandías, ya que coincide con los colores de la enseña, verde, rojo, negro y blanco.
Chapa redonda de 32 mm.
Pin de la estrella roja de cinco puntas. Representa a la vez los cinco dedos de la mano del proletario y los cinco continentes, lo que se relaciona con el internacionalismo del lema marxista: ¡Proletarios de todos los países, uníos!. Citándose menos frecuentemente, se relaciona las puntas con los cinco grupos sociales que posibilitaron el tránsito al socialismo: la juventud, los militares, los obreros, los campesinos y los intelectuales.